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Las Vidas de los Santos
y Fiestas Litúrgicas

San Mateo

Apóstol y Evangelista

21 de septiembre

Mateo significa también “regalo de Dios”. Él mismo en su evangelio (Mt. 9, 9-13) narra su llamada por parte de Jesús. San Marcos y San Lucas le llaman Leví, hijo de Alfeo, pero se trata de la misma persona, ya que de él cuentan los mismos episodios y dan los mismos datos. Era costumbre entre los judíos tener dos nombres (Juan-Marcos, Saulo-Pablo…)

Era de Cafarnaúm, una importante ciudad situada cerca del Lago Tiberíades y en el camino hacia Siria, por lo que era normal que allí existiese un recaudador de impuestos, un publicano. Este oficio era infame y odioso pues recaudaba para los invasores, eran consideradas como “personas manchadas” pues tenían trato con los paganos, tenían prohibido participar en las actividades religiosas judías, normalmente vivían bien, cómodamente y debió ser un hombre sabio y prudente, ya que era un judío que trabajaba para los romanos. También es probable que cobrase los tributos en nombre del tetrarca Herodes Antipas. La codicia de los publicanos era bien conocida por los judíos, pues subían arbitrariamente los impuestos, se quedaban con parte de lo recaudado y actuaban con astucia, intentando engañar a quienes debían pagar. Eran llamados “pecadores”, pero a la llamada de Jesús, le siguió sin rechistar: organiza una comida, deja sus riquezas, comodidades y familia y se convierte sinceramente, le sigue. Así se convierte en uno de los doce. Sólo hay dos apóstoles evangelistas y él es uno de ellos; el otro es San Juan.

Después de la Ascensión y de Pentecostés, predica varios años en Judea, Palestina y en los países cercanos y escribe su evangelio para los judíos, para convertirlos a la nueva fe. Aunque el original se ha perdido, se sabe que lo escribió en arameo, que era la lengua hablada en Palestina. Y así lo atestiguan Orígenes, Flavio Josefo, Papías y San Ireneo, entre otros. ¿Cuándo lo escribió? Pues alrededor del año 42, al inicio de la dispersión de los apóstoles. Muy pronto fue traducido al griego, alrededor del año 51.La Segunda Carta de San Pablo a los Tesalonicenses, escrita entre los años 51-52, es muy parecida al evangelio de Mateo, especialmente al capítulo 24, luego el evangelio se escribió antes.

¿Qué pretendió San Mateo al escribir su evangelio? Como conoce bien las Escrituras pues era un hombre culto, intenta demostrar que Jesús es el Mesías prometido en el Antiguo Testamento. En el capítulo primero al hablar de la genealogía de Jesús quiere demostrar que desciende de David. Al hablar de la concepción virginal de Jesús se está refiriendo a lo dicho por Isaías (Is.7, 14): ”Una doncella ha concebido y dará a luz un hijo y le llamarán Enmanuel”. Cuando relata el Nacimiento, tiene en mente a Miqueas, 5, 2: “Tú, Belem-Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti ha de salir aquel que ha de dominar a Israel”. ¡Por eso actúa Herodes como actúa, porque de Belem le saldrá un competidor!

El evangelio de Mateo es una obra didáctica pues ordena jerárquicamente los elementos doctrinales y los elementos narrativos. Reagrupa las enseñanzas del Maestro en los episodios del Discurso en el Monte de las Bienaventuranzas y en la Misión de los apóstoles. En los capítulos 8 y 9 narra cantidad de milagros. En el capítulo 13 narra las parábolas y en los capítulos del 14 al 18 narra los episodios: primera y segunda multiplicación de los panes, excursión a Tiro y a Sidón, confesión de Pedro, Transfiguración, varios incidentes en Cafarnaum, etc. aunque bien hay que decir que no siempre los narra correctamente desde el punto de vista cronológico. Demuestra en su evangelio que la Iglesia es el Reino de Dios, es el Israel elegido, que su cabeza es Pedro y que los demás apóstoles están bajo él. El evangelio de San Mateo fue descubierto en el sepulcro de San Bernabé apóstol, en Chipre, en tiempos del emperador Zenón (siglo I) y según Teodoro el Lector, San Bernabé lo tenía sobre el pecho. Como dije antes el original se ha perdido.

Hemos dicho que predica en Judea y Palestina. Rufino, Euquerio y Sócrates dicen que evangelizó Etiopía y el Martirologio Jeronimiano dice que murió en Tarrium (Persia), pero sin embargo, en el libro “Las fiestas de los Apóstoles” se dice que Tarrium está en Etiopía. San Ambrosio de Milán y San Paulino de Nola dicen que predicó en Persia, El Ponto, Siria y Macedonia. Y no se sabe con exactitud cómo murió, ya que Heraclea dice que murió de muerte natural, mientras que otros autores dicen que fue martirizado. Se tiene como más verosímiles los siguientes hechos: en Etiopía resucita a Ifigenia, hija del rey Eglipo; muerto el rey, su sucesor, Hirtaco, pretende casarse con Ifigenia, pero ella, aconsejada por Mateo, decide consagrarse a Dios. Hirtaco ordena matar a Mateo e Ifigenia construye una basílica sobre su sepulcro. Esto parece que es verdad, pero no se sabe ni la fecha ni el sitio donde ocurrió.

San Mateo nos enseña a todos su pronta obediencia a la llamada de Jesús, su gran libertad al abandonarlo todo para seguirle y su gran humildad, porque se describe a si mismo como un vulgar publicano, sabiendo lo que era esto y como se le consideraba. Las reliquias de San Mateo fueron llevadas de Tarrium a Paestum, pero ya en el año 954 hay constancia escrita de que están en Salerno (Italia). La cosa cayó en el olvido y en el año 1080, el Papa San Gregorio VII las reencuentra y las pone en un templo. El mismo papa le escribe una carta a San Alfano felicitándose por haberlas descubierto en Salerno. Este documento existe. Ahora están en la cripta de la catedral de Salerno (Italia).

El Martirologio Romano celebra su fiesta el día 21 de septiembre y ese mismo día conmemora también a Santa Ifigenia virgen. La traslación a Salerno es conmemorada el día 6 de mayo. Los griegos celebran su fiesta el día 16 de noviembre. El Martirologio Jenonimiano lo conmemora los días 1, 6 y 21 de mayo, el 21 de septiembre y el 7 de octubre.

Se le representa con un libro, junto a un hombre (a veces un ángel y esto es un error) que es el símbolo de su evangelio y hay algunas representaciones con una bolsa de dinero en la mano, cosa que ocurre en la iglesias romanas de San Giovanni in Laterano y San Domenico Maggiore. La imagen más antigua que se conserva de él es una pintura del año 340 en las catacumbas romanas de los Santos Marcos y Marceliano.


Fuente: http://www.preguntasantoral.es/

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