San Máximo de Turín
Obispo
25 de junio
Las noticias sobre la vida de San Máximo proceden de las escasas referencias que da Gennadio de Marsella y de los datos que se deducen de los sermones escritos por el santo. Según Gennadio, no se conoce el lugar ni la fecha del nacimiento del que fue primer obispo de Turín. Por una de sus homilías, sabemos que ocupaba esa sede en el año 398, cuando se reunió en la ciudad un sínodo de los obispos de Italia del Norte y de la Galia. Tampoco son más precisos los datos que se refieren a su muerte: Gennadio sitúa el fallecimiento de San Máximo durante el reinado de Honorio y Teodosio el Joven, entre el 408 y el 423. Otras fuentes la sitúan en el año 465.
De su ingente obra homilética se conservan más de cien sermones, cuya brevedad ha hecho pensar que se trate de extractos o resúmenes. Aunque en su mayor parte siguen el ciclo litúrgico, no faltan los dedicados a conmemorar las fiestas de algunos santos y mártires turineses. Se caracterizan por su estilo claro, fluido, persuasivo, muy apropiado para combatir el paganismo que aún anidaba en su región, para consolar a los fieles antes las invasiones de los pueblos germánicos y, sobre todo, para instruirles en la doctrina cristiana.
San Máximo entiende la predicación como medicina para curar las llagas del alma y mover a la conversión. La oración, la misericordia y el ayuno son las armas que recomienda a sus fieles, para pelear como verdaderos cristianos y obtener de Dios la ayuda necesaria. Con el fin de convertir a los paganos, exige que los cristianos sean coherentes con la fe profesada.
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