San Beda el Venerable
Presbítero y Doctor de la Iglesia
25 de mayo
En esta segunda mitad del siglo Vll los monjes benedictinos enviados por el Papa San Gregorio fundador varias abadías en Inglaterra. Una de ellas fue la de Wearmouth bajo la autoridad de San Benito Biscop, a quien se le confió el niño Beda, de 7 años de edad.
Algunos años más tarde pasó éste a la nueva abadía de Jarrow, donde permanecería definitivamente.
Diácono a los l9 años, sacerdote a los 30, toda su vida la pasa en la oración, el estudio y la enseñanza: “Lo que yo he amado ---dice él mismo--- es aprender, enseñar y escribir”. Rehusó el cargo de abad, que le habría impedido parcialmente sus amados estudios.
Tipo del letrado y del erudito, Beda tenía, sin detrimento de su fervor religioso, el culto de los autores profanos. Para leerlos en sus originales, aprendió el latín, el griego y el hebreo. Familiarizado con los Padres de la Iglesia ---San Ambrosio, San Jerónimo, San agustín, San Gregorio Magno--- lo estaba igualmente con Cicerón, Séneca, Virgilio, Ovidio, Plinio, Aristóteles, Platón, Hipócrates. Y si la teología es siempre el principal objeto de sus estudios y de su enseñanza, se interesa también en la astronimia, en la física, en la historia, las matemáticas, la gramática. Escribía lo mismo en verso que en prosa, y tanto en las lenguas antiguas como en la lenfua materna. Uno de sus discípulos, testigo de sus últimos instantes, recogió los diez versos que el sabio y santo monje improvisó en el momento mismo de expirar. “Beda, escribe Christopher Dawson, representa el más alto grado de la cultura intelectual en Occidente durante el período comprendido entre la caída del Imperio Romano y el siglo lX”.
En la fiesta de la Ascención, murmurando el “Gloria Patri et Filio et Spiritui Sancto”, exhaló el último suspiro.
Al día siguiente de su muerte, el concilio de Aquisgrán del año 736 le dedicó este elogio: “El Padre Beda, Venerable, y admirable doctor de los tiempos modernos”.
Pero fue en l899 cuando el Papa León Xlll lo declaró oficialmente “Doctor de la Iglesia”.
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